El baño turco es considerado por algunos, como un estilo de vida. El vapor descongestiona la respiración y elimina las toxinas.
Haciendo del mismo un método terapéutico, relajante y saludable. Pero es muy importante realizar una adecuada instalación y llevar a cabo un buen mantenimiento.
Limpieza y mantenimiento de un baño turco
Tener un baño turbo en casa es una de las mejores decisiones que podemos tomar. No sólo es fácil de instalar, sino que, al poseer un ambiente húmedo, no es agobiante.
Por tanto, tener un baño turco o hammam, es ideal para finalidad el día tras una larga y exhaustiva jornada laboral.
En cuanto a su instalación, hay que tener en cuenta algunos aspectos. Por un lado, se recomienda que sus proporciones de altura sean pequeñas, como máximo 2’5 metros.
Esto se debe a que el vapor generado tiende a subir, por tanto es preferible un habitáculo pequeño para que el vapor se condense.
También, se aconseja mantener una pendiente para evitar el “efecto lluvia”, causado por la condensación del calor.
Por otro lado, no debemos olvidar que la temperatura debe estar entre los 45 y 65 ºC, ya que, no debemos olvidar que la humedad de los baños turcos es muy alta.
Es por ello que, los bancos del baño deben estar hechos con materiales de piedra, como mármol, o también acrílico. Sino la humedad provocará grandes deterioros en otro materiales.
Respecto a su limpieza y mantenimiento, existen en el mercado una gran variedad de productos para limpiarlos.
Pero se recomienda utilizar detergentes suaves que permitan una adecuada desinfección, pero sin mantener potentes olores químicos en el baño turco.
Sin embargo, si no contamos con producto específicos, basta con usar un trapo húmedo para limpiar el interior, cada 2 meses aproximadamente.
Aunque otra alternativa es contar un sistema de desinfección automático que se active tras finalizar la sesión.
No obstante, no debemos olvidar prestar especial atención al generador de vapor, al cual debemos realizarle evaluaciones periódicas de mantenimiento.
Es recomendable, para evitar su deterioro que, los generadores estén en lugares ventilados y secos.
También podemos añadir otros productos como, un ablandador de agua, el cual reduce de forma considerable el número de sales minerales en las tuberías.