Anteriormente hemos hablado de los múltiples beneficios de los spas, así como sus orígenes o los tratamientos que podemos encontrar. Sin embargo, aunque parezca mentira, quedan muchos datos muy curiosos por conocer acerca de los spas.
Datos curiosos de los spas
Por ejemplo, hemos hablado de que los orígenes de los spas surgieron a través de las termas romanas que han ido evolucionando hasta la actualidad.
Pero, ¿sabes cuál es el spa más antiguo de España? Se trata del Balneario de Graena, situado en Granada. El mismo fue mandado a construir bajo las ordenanzas de la Reina Isabel, en el año 1495.
Asimismo, no solo hacen falta que los spas sean construidos de forma artificial, ya que, la naturaleza nos ha regalado las mejores fuentes termales.
Las fuentes termales son lagos de agua caliente que nacen bajo la superficie terrestre y ascienden hasta llegar a la superficie de la misma.
Concretamente, Islandia es el país que cuenta con el mayor número de fuentes termales. La más destacada y turística, es la llamada “Laguna Azul”.
Por otro lado, muy cerca de Budapest, se encuentra el lago Heviz.
El cual, debido a su origen volcánico y su agua, ligeramente, radioactiva y sulfurosa, cuenta con numerosas propiedades curativas.
Del mismo se dice que es ideal para las enfermedades reumáticas, los desórdenes del sistema nervioso, problemas ginecológicos, e incluso para enfermedades locomotrices musculares.
Hasta ahora, hemos hablado de lagos, pero ¿puede existir una playa de aguas termales?
La respuesta es sí, se la conoce como “Hot Water Beach”, y se encuentra en Nueva Zelanda.
Esto es posible debido a que, se trata de una zona volcánica y las aguas subterráneas se filtran a través de la arena hasta la superficie.
Lo más curioso es que no solo a los seres humanos les gustan los spas para buscar la máxima relajación.
Nos referimos al Parque de Monos de Jigokudani, en Japón. Donde los monos se reúnen habitualmente para tomar baños de agua caliente a modo de distracción y relajación.
¿Conocías todos estos datos? No solo podemos decir que son curiosos sino que, además son bastante desconocidos.