Es habitual que, al visitar un spa, veamos secciones y/o tratamientos que nos parezcan similares, o no entendamos para qué sirve cada uno.
En concreto, se suele confundir el baño turco con la sauna. Sin embargo, el baño turco, aparte de contar con una cabina cubierta por cerámica o baldosas, consiste en un baño de vapor.
Cuenta con una temperatura que oscila desde 25 a 50 grados, la cual va aumentando desde el suelo hacia arriba, y su humedad es del 100%.
Se considera una de las mejores terapias para combatir el estrés y la tensión que nos invaden en nuestro día a día.
¿Qué es un baño turco?
Podemos decir que, el baño turco es una fuente de bienestar interior, pero también ayuda a mejorar nuestro aspecto físico.
Entre los beneficios del baño de vapor encontramos la dilatación de los poros, que facilita la penetración del vapor, permitiendo a la epidermis eliminar las impurezas. Pero también, aportando luminosidad, suavidad y elasticidad a la piel.
Es un tratamiento aplicable a todas las edades, ya que, es un excelente regulador de la presión, además de prevenir afecciones de las vías respiratorias.
Cuando nos disponemos a tomar un baño turco, la elección del momento y cómo hacerlo es muy personal. Sin embargo, podemos tener en cuenta algunos consejos.
A pesar de que, la temperatura de los baños de vapor, es inferior a la utilizada en las saunas, dado que el tiempo de permanencia es mayor la sudoración en los baños turcos también es superior.
Es por ellos, que se recomienda beber agua e hidratarse antes de comenzar el baño turco, con la intención de evitar la deshidratación.
Luego, se debe dar una ducha templada y secarse bien, además de efectuar un pediluvio para calentar las extremidades.
La primera fase del baño turco, consiste en el calentamiento, con una duración de 15-20 minutos. Es necesario permanecer en posición sentada e semiestirada, desnudos o cubiertos con tejidos transpirables. Se termina con una ducha fresca y unos minutos de relajación en una tumbona.
En la segunda fase se lleva a cabo el enfriamiento, con una ducha rápida para tonificar el cuerpo de nuevo.
Por último, en la tercera fase, se repite otro baño de 15-20 minutos y su posterior enfriamiento.
Durante todo el proceso es importante recuperar líquidos, bebiendo agua, zumos o infusiones. Tampoco se recomienda tener el estómago vacío ni demasiado lleno, por eso, lo ideal es un piscolabis fresco y ligero.